El voto preferencial debe ser instaurado en las elecciones internas o primarias de las organizaciones políticas tanto regionales como nacionales. Estoy de acuerdo que debe ser eliminado para efectos de las elecciones generales, porque genera confusión entre el electorado; y desavenencias y enfrentamientos entre mismos militantes y los candidatos a cargos públicos de una misma organización política.
Con voluntad y decisión política, este cambio o transvase se torna bastante simple; y permitirá ordenar la lista de candidatos al Congreso, así como respetar la voluntad de la militancia partidaria y quitar el poder que toda cúpula política se arroga.
En elecciones internas o primarias, los militantes pre - candidatos a una representación parlamentaria, deberán encontrar el favor de la militancia para obtener más votos preferenciales a efectos de ordenar la lista de candidatos de manera decreciente: el número 1 de la lista ocupa ese lugar porque recibió más votos preferenciales en las elecciones primarias, el número 2 por la misma razón, y así sucesivamente hasta llegar a la posición 120.
¿Qué ventajas nos trae esta modificación?
1. La lista y el orden que ocuparán los candidatos al Congreso de la República es armada y elaborada por las bases y no por las cúpulas.
2. Los ciudadanos electores evitarán confusiones y votarán por el candidato a la presidencia de la república y por sus propuestas. Tendrán mucho más tiempo y más paz para analizar las propuestas y a los candidatos al congreso.
3. Aplicando la cifra repartidora, se obtendrá el número de congresistas que le corresponde a cada organización política. Si al partido A le corresponde 15 representantes, serán los primeros 15 candidatos de la lista obtenida y elaborada en las elecciones internas. Los miembros de mesa, la ONPE y el JNE tendrán menos obstáculos para sus labores.
Una oposición a una propuesta tan simple pero efectiva como ésta, solamente nos dirá quiénes temen a la democracia interna, y aman las componendas y el pago de cupos.
Con voluntad y decisión política, este cambio o transvase se torna bastante simple; y permitirá ordenar la lista de candidatos al Congreso, así como respetar la voluntad de la militancia partidaria y quitar el poder que toda cúpula política se arroga.
En elecciones internas o primarias, los militantes pre - candidatos a una representación parlamentaria, deberán encontrar el favor de la militancia para obtener más votos preferenciales a efectos de ordenar la lista de candidatos de manera decreciente: el número 1 de la lista ocupa ese lugar porque recibió más votos preferenciales en las elecciones primarias, el número 2 por la misma razón, y así sucesivamente hasta llegar a la posición 120.
¿Qué ventajas nos trae esta modificación?
1. La lista y el orden que ocuparán los candidatos al Congreso de la República es armada y elaborada por las bases y no por las cúpulas.
2. Los ciudadanos electores evitarán confusiones y votarán por el candidato a la presidencia de la república y por sus propuestas. Tendrán mucho más tiempo y más paz para analizar las propuestas y a los candidatos al congreso.
3. Aplicando la cifra repartidora, se obtendrá el número de congresistas que le corresponde a cada organización política. Si al partido A le corresponde 15 representantes, serán los primeros 15 candidatos de la lista obtenida y elaborada en las elecciones internas. Los miembros de mesa, la ONPE y el JNE tendrán menos obstáculos para sus labores.
Una oposición a una propuesta tan simple pero efectiva como ésta, solamente nos dirá quiénes temen a la democracia interna, y aman las componendas y el pago de cupos.
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