SOBRE LA COYUNTURA POLITICA
CUIDANDO LA PERSPECTIVA
Por la actitud adoptada por algunos ciudadanos peruanos (políticos y periodistas sobre todo), daría la impresión que nuestro país está transitando de un gobierno democrático (exceptuando por un momento al que ejemplarmente dirige el Dr. Valentín Paniagua) a otro gobierno de similares características. Decir por ejemplo, “(…) el pueblo no me ha elegido, no puedo apoyar al gobierno entrante y ahora soy de oposición constructiva”, me da la sensación de que se está dando mayor importancia a proyectos particulares, y no a nuestro compromiso moral y material de apoyar en la reconstrucción y reinstitucionalización del país.
Igual sensación me causa la “coincidente” exigencia de sectores de la sociedad a este gobierno transitorio (central o regional), sabiendo que tiene poco margen de maniobrabilidad. Que quede claro que entiendo, coincido y apoyo las razones de estas exigencias. Lo que me llama la atención es el momento en el que éstas se presentan. Daría la impresión que lo que se quiere es desestabilizar tanto al régimen de tránsito como al que viene en camino. Pretender soliviantar sutilmente a la población apelando al “desembalse de expectativas” y utilizando la información y la mass media, es no ponerse a la altura de las históricas circunstancias que nos toca vivir.
No perdamos la perspectiva. El de Alejandro Toledo es el verdadero gobierno de transición. Durante éste, debemos fortalecer las instituciones representativas del Estado y pueblo peruanos. Estamos saliendo de un régimen corrupto y vil que ha afectado psicológicamente al país. No necesitamos más polarización. Para revertir esta situación necesitamos trabajar de manera estrecha y unida. No hablo de sumisión. Hablo de una alerta colaboración. Una democracia débil es un terreno inadecuado para el ejercicio de la política.
Para terminar, quiero hacer notar que el origen de las justificadas protestas en la Región Loreto es el centralismo. El actual Gobierno Regional (Consejo Transitorio cuyo presidente es designado por el gobierno nacional) carece de poderes para decidir sobre las políticas de los sectores productivos y sociales. En cambio, un Gobierno Regional Autónomo, elegido por la ciudadanía en un proceso libre y transparente, podrá tomar decisiones y solucionar diferencias. Establecer nuestras políticas y manejar nuestros recursos, es condición sine qua non para crecer económica, política y socialmente.
CUIDANDO LA PERSPECTIVA
Por la actitud adoptada por algunos ciudadanos peruanos (políticos y periodistas sobre todo), daría la impresión que nuestro país está transitando de un gobierno democrático (exceptuando por un momento al que ejemplarmente dirige el Dr. Valentín Paniagua) a otro gobierno de similares características. Decir por ejemplo, “(…) el pueblo no me ha elegido, no puedo apoyar al gobierno entrante y ahora soy de oposición constructiva”, me da la sensación de que se está dando mayor importancia a proyectos particulares, y no a nuestro compromiso moral y material de apoyar en la reconstrucción y reinstitucionalización del país.
Igual sensación me causa la “coincidente” exigencia de sectores de la sociedad a este gobierno transitorio (central o regional), sabiendo que tiene poco margen de maniobrabilidad. Que quede claro que entiendo, coincido y apoyo las razones de estas exigencias. Lo que me llama la atención es el momento en el que éstas se presentan. Daría la impresión que lo que se quiere es desestabilizar tanto al régimen de tránsito como al que viene en camino. Pretender soliviantar sutilmente a la población apelando al “desembalse de expectativas” y utilizando la información y la mass media, es no ponerse a la altura de las históricas circunstancias que nos toca vivir.
No perdamos la perspectiva. El de Alejandro Toledo es el verdadero gobierno de transición. Durante éste, debemos fortalecer las instituciones representativas del Estado y pueblo peruanos. Estamos saliendo de un régimen corrupto y vil que ha afectado psicológicamente al país. No necesitamos más polarización. Para revertir esta situación necesitamos trabajar de manera estrecha y unida. No hablo de sumisión. Hablo de una alerta colaboración. Una democracia débil es un terreno inadecuado para el ejercicio de la política.
Para terminar, quiero hacer notar que el origen de las justificadas protestas en la Región Loreto es el centralismo. El actual Gobierno Regional (Consejo Transitorio cuyo presidente es designado por el gobierno nacional) carece de poderes para decidir sobre las políticas de los sectores productivos y sociales. En cambio, un Gobierno Regional Autónomo, elegido por la ciudadanía en un proceso libre y transparente, podrá tomar decisiones y solucionar diferencias. Establecer nuestras políticas y manejar nuestros recursos, es condición sine qua non para crecer económica, política y socialmente.
Iquitos, 22 de julio de 2007
(Artículo publicado en la revista loretana LA VERDAD Nº 5
del 31 de octubre de 2001)
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