Artículo posteado el 24 de junio de 2007. Por tener plena vigencia (casi nada le puedo agregar, salvo decir y pedir que cese este intento de construir un estado neofascista), lo vuelvo a publicar con la esperanza de que alguien con poder de decisión y valor, lo lea, convoque y agilice las cosas. Ahishta:
ANTE LA INMINENCIA DE MEDIDAS EFECTISTAS
MUCHO MEJOR ES ESCUCHAR Y DIALOGAR CON EL PUEBLO
MUCHO MEJOR ES ESCUCHAR Y DIALOGAR CON EL PUEBLO
Una preocupante serie de medidas efectistas estaría preparando, a mi particular entender, el presidente Alan García Pérez (AGP). “En política no hay que ser ingenuos”, fue su advertencia y “aporte” a esta forma de hacer la política nacional. “En política, nada es coincidencia”, dijo alguien más, sin estar seguro que esta frase sea del mismo autor.
Pues bien, dado todos los elementos de juicio a la mano, todo hace prever que AGP prepara y ha decidido poner en ejecución unas polémicas y efectistas acciones de gran repercusión nacional, que generará adeptos y detractores; por lo que requerirá el apoyo de la Policía Nacional del Perú (PNP) y de las Fuerzas Armadas (FFAA). Y la puntería del primer disparo estaría dirigida al Congreso de la República.
Los resultados de las encuestas, de ninguna manera pueden orientar, imperativamente, las decisiones de los estadistas. Salvo necesarias excepciones que pudieran ser calificadas de interés o necesidad nacional. La caída de la popularidad presidencial nunca debe ser motivo para apresurar cambios que deben ser de consensos, utilizando los mecanismos que la democracia facilita para hacerlos.
Los cambios son, esporádicamente, necesarios en la estructura del Estado; el mismo que, a medida que pasa el tiempo y cual organismo viviente, va mutando de acuerdo a sus necesidades. Evoluciona a mejores formas de convivencia pacífica que la población va encontrando; deseando ser la Gran Parte de un Mejor Todo.
Los reclamos regionales, más allá de las promesas incumplidas – que en muchos casos ofician de detonantes – son totalmente justificados. Sino, repasemos rápidamente la historia del Perú bien contada para darnos cuenta que los pedidos de inclusión, autonomía, equidad, justicia, democracia participativa directa y bienestar económico y social; son aspiraciones y anhelos regionales comunes.
Es este, creo yo, el mejor momento para hacer los cambios – teniendo a la mano el Proceso de Descentralización – que el Estado peruano necesita; partiendo del modelo de república presidencialista vigente que, a todas luces, ha fracasado rotundamente. El Estado, a través de los Gobiernos, debe llegar a cada ciudadano para cumplir con su obligación de darle atención, y sienta que el Estado se interesa por él, que está presente e identificado, y que le brinda las facilidades para que, en su cultura, se desarrolle como persona y como ciudadano, capaz de asumir responsabilidades públicas cuando el caso así lo requiera.
Que detrás hay quienes desear llevar aguas hacia su molino, sí, totalmente de acuerdo. Tan cierto como que alrededor de AGP están quienes le han vendido la misma receta que a Alberto Fujimori; y vigilan que todo marche bien (recordar escenario previo al autogolpe del 5 de abril). Pero es posible separar el trigo de la paja, por lo evidente, en ambos lados (Gobierno Nacional – Regiones). La población, tengo la certeza, está deseosa de hablar. Es necesario y conveniente el trato directo, sincero y respetuoso para que la población le restituya su confianza al Presidente, y sea posible tener un país DEMOCRÁTICO Y GOBERNABLE.
Me parece que esta es una gran oportunidad para AGP de entrar a la Historia por la puerta grande (cual Víctor Raúl Haya de la Torre en momentos similares), al poder ser considerado como el único Presidente peruano que tuvo el valor de tomar la decisión política de realizar los cambios necesarios, para que el Perú se convirtiera en la gran potencia que debe ser: en tecnología, en bionegocios, en ecofinanzas, en investigación y desarrollo, en servicios ambientales, en elevada calidad de vida.
En suma, un país desarrollado (en el paradigma actual) de manera integral y sostenible, cuyas fortalezas se sustentan en la armoniosa convivencia en la pluralidad de naciones y culturas; y respeta la integración de unidades territoriales con características similares tales como historia, geografía y cultura. Considero que sería antihistórico, esto sí, y contraproducente, pretender imponer regiones o estados federales transversales que compartan costa, sierra y selva (¿La Libertad – Ancash – San Martín – Prov. Alto Amazonas – Prov. Datem del Marañón, sería LA Región Piloto?).
Las uniones territoriales deberían ser longitudinales: la Selva, la Sierra y la Costa podrían ser Macro Regiones virtuales, divididas en Regiones Reales conformadas bajo los mismos criterios de similitud, coincidencia histórica y cultural. Y todas las Regiones o Estados Federales, podríamos disfrutar y compartir nuestras riquezas con los demás, siempre y cuando la conectividad terrestre, aérea, fluvial, lacustre, marítima y electrónica se puedan hacer realidad. Hay muchos y excelentes avances.
Es cuestión de articular y sinergizar. Una primera y excelente señal de parte del gobierno nacional, sería empezar por evitar que los medios de comunicación sigan conculcando nuestros derechos a ser informados y a poder pensar con libertad. BASTA YA de psicosociales distractivos, de ablandamiento psicológico colectivo, o de lo que sea. YA NO MÁS. Es hora de resolver los verdaderos problemas estructurales del Perú. Dialogando. EN PAZ.
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