¡¡TE QUIERO PERU!!
Por Flor Checa Bernazzi de Chumbe
Es tan común escuchar cuánta gente quiere salir de Perú, por una o mil razones buscan la forma de emigrar a otros países, las embajadas en el Perú están llenas de peruanas y peruanos que están desesperados por vivir fuera y es tanta la angustia que hasta buscan maneras ilegales de salir, aunque en esto arriesguen todos sus ahorros.
Me pregunto mil veces ¿por qué?, nadie escogió el lugar donde había de nacer, fue la mano de Dios quien escogió, así como escogió a nuestros padres, también escogió cuál sería la tierra en que naceríamos. En todo esto hay un propósito y a cada uno le dio el talento que no lo tiene otro, la habilidad de hacer por este país lo que ningún otro puede hacer, así que al tomar esta decisión pensemos en lo que dejamos de hacer por nuestra patria, para hacerlo en una ajena.
En una ocasión saludé por fiestas patrias a un amigo peruano que vive por muchos años en España y me respondió con un “gracias, pero no me siento peruano”, estas palabras llenaron de indignación y tristeza mi corazón, y ahora doy gracias que no estaba frente a mi, así que tuve tiempo de calmarme un poco y luego le respondí:
“Entonces espero que me saludes a mí, porque yo sí me siento muy peruana. Orgullosa de haber nacido en esta hermosa tierra de costa, sierra y selva, dueña de paisajes maravillosos, de imponentes cordilleras, de una selva majestuosa. Poseedora del Amazonas, el río más caudaloso del mundo, que compartimos con nuestros vecinos brasileros. Llena de tierras fértiles que produce infinidad de productos, país oriundo de la papa, alimento milenario que podría sustentar al mundo entero. Nuestros ríos y mares están colmados de peces, jamás moriremos de hambre. Tierra del ceviche, el arroz con pollo y la papa a la huancaína, de la chicha morada, el camu camu y el pisco. Y por si fuera poco todo esto, somos descendientes de los incas una raza fuerte y poderosa que dejó para admiración de propios y extraños, extraordinarios diseños arquitectónicos y de ingeniería (ahora en ruinas) como Macchu Picchu, Chan Chan, Kuélap y muchos más. Vivo feliz en el Perú porque entendí que esta tierra me dio y me da todo lo que necesito para ser feliz. Que las deficiencias que pueda haber las creamos nosotros mismos, los hombres, los que vivimos acá, los que no la apreciamos, los que no la cuidamos, los que no la queremos y a pesar de todo ella sigue siendo generosa, fecunda, rica para sus hijos, para los que la aprecian y los que la trabajan, para aquellos que a pesar de lo que piensen los de fuera y de lo que hagan los de dentro, seguimos acá, luchando para que Perú sea esa nación por la que pelearon nuestros ancestros, por la que nuestros héroes derramaron su sangre, roja como el color de nuestra bandera. Yo me quedo acá, en el Perú porque lo amo y porque cada día me siento más peruana, más orgullosa, más feliz de ver como mi país prospera, deje de ver sus faltas, para engrandecer sus logros y cada día que me levanto digo a Dios en mi oración: Gracias, Señor, bendigo a Perú, la tierra que me escogiste para nacer”.
Por esta y por muchas cosas más, que me faltó decir, repito una y otra vez ¡¡TE QUIERO PERU!!. A todas y todos mis compatriotas, a los que comparten conmigo este amor, les deseo ¡¡FELICES FIESTAS PATRIAS!!
Por Flor Checa Bernazzi de Chumbe
Es tan común escuchar cuánta gente quiere salir de Perú, por una o mil razones buscan la forma de emigrar a otros países, las embajadas en el Perú están llenas de peruanas y peruanos que están desesperados por vivir fuera y es tanta la angustia que hasta buscan maneras ilegales de salir, aunque en esto arriesguen todos sus ahorros.
Me pregunto mil veces ¿por qué?, nadie escogió el lugar donde había de nacer, fue la mano de Dios quien escogió, así como escogió a nuestros padres, también escogió cuál sería la tierra en que naceríamos. En todo esto hay un propósito y a cada uno le dio el talento que no lo tiene otro, la habilidad de hacer por este país lo que ningún otro puede hacer, así que al tomar esta decisión pensemos en lo que dejamos de hacer por nuestra patria, para hacerlo en una ajena.
En una ocasión saludé por fiestas patrias a un amigo peruano que vive por muchos años en España y me respondió con un “gracias, pero no me siento peruano”, estas palabras llenaron de indignación y tristeza mi corazón, y ahora doy gracias que no estaba frente a mi, así que tuve tiempo de calmarme un poco y luego le respondí:
“Entonces espero que me saludes a mí, porque yo sí me siento muy peruana. Orgullosa de haber nacido en esta hermosa tierra de costa, sierra y selva, dueña de paisajes maravillosos, de imponentes cordilleras, de una selva majestuosa. Poseedora del Amazonas, el río más caudaloso del mundo, que compartimos con nuestros vecinos brasileros. Llena de tierras fértiles que produce infinidad de productos, país oriundo de la papa, alimento milenario que podría sustentar al mundo entero. Nuestros ríos y mares están colmados de peces, jamás moriremos de hambre. Tierra del ceviche, el arroz con pollo y la papa a la huancaína, de la chicha morada, el camu camu y el pisco. Y por si fuera poco todo esto, somos descendientes de los incas una raza fuerte y poderosa que dejó para admiración de propios y extraños, extraordinarios diseños arquitectónicos y de ingeniería (ahora en ruinas) como Macchu Picchu, Chan Chan, Kuélap y muchos más. Vivo feliz en el Perú porque entendí que esta tierra me dio y me da todo lo que necesito para ser feliz. Que las deficiencias que pueda haber las creamos nosotros mismos, los hombres, los que vivimos acá, los que no la apreciamos, los que no la cuidamos, los que no la queremos y a pesar de todo ella sigue siendo generosa, fecunda, rica para sus hijos, para los que la aprecian y los que la trabajan, para aquellos que a pesar de lo que piensen los de fuera y de lo que hagan los de dentro, seguimos acá, luchando para que Perú sea esa nación por la que pelearon nuestros ancestros, por la que nuestros héroes derramaron su sangre, roja como el color de nuestra bandera. Yo me quedo acá, en el Perú porque lo amo y porque cada día me siento más peruana, más orgullosa, más feliz de ver como mi país prospera, deje de ver sus faltas, para engrandecer sus logros y cada día que me levanto digo a Dios en mi oración: Gracias, Señor, bendigo a Perú, la tierra que me escogiste para nacer”.
Por esta y por muchas cosas más, que me faltó decir, repito una y otra vez ¡¡TE QUIERO PERU!!. A todas y todos mis compatriotas, a los que comparten conmigo este amor, les deseo ¡¡FELICES FIESTAS PATRIAS!!
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