miércoles, 27 de agosto de 2008

Ay Augusto… ¡¡Yo sí quiero que Alan se largue!!

Ay Augusto... ¡¡Yo sí quiero que Alan se largue!!

Se me viene a la mente una interesante lectura realizada hace un tiempo, llamada “Diálogo ficticio entre Montesquieu y Maquiavelo”. Ella describe un interesante, y actual, tema que es descrito mediante el diálogo entre estos dos pensadores, acerca de las maneras y formas de, estando en el poder y desde él, manejar los medios de comunicación.

Recurriré a mi memoria para describir de manera resumida esa escena tan ilustrativa (y tan recurrida, por lo visto). Montesquieu le pregunta al gran Nicolai, “¿Cómo, pues, podría mantenerme en el poder manejando los medios de comunicación?”. “Fácil”, le responde Maquiavelo, “el pueblo debe ver que existen tres tipos o líneas editoriales en dichos medios: Una debe ser totalmente afín y respaldar en todo al gobernante, nunca criticarle y siempre lisonjearlo; la segunda debe ser o parecer seria, crítica y objetiva, aportando ideas algunas veces; y, la tercera debe ser totalmente opuesta, hasta radical en sus comentarios y observaciones para con el que está ejerciendo el poder”. “¿Y eso cómo se logra?” vuelve a preguntar el francés. “También es fácil: todos esos medios, en realidad, le pertenecen al gobernante y son controlados por el poder político. Él los maneja a todos. Eso es lo que el pueblo no debe ver”.

Algunos periodistas y analistas políticos consideran que las protestas que ocurren en el Perú actual, son aisladas y que no es sistémico. Que las muestras de malestar no forman parte de un todo sino que, simplonamente, lo resumen en que todos quieren algo del actual “crecimiento económico”: “Si las cosas están tan bien, yo quiero algún beneficio”, dicen o “del lobo, un pelo”, remarcan. Patético. Y preocupante. Quizá algunos puedan esperar muy bien abrigados, tomándose un café y fumándose un cigarrillo en el confort de su sillón; pero, como el 95% de la población amazónica, y el 80% de la peruana, ¡¡YO DESEO QUE ALAN GARCÍA SE VAYA!!.

Con revocatoria o sin ella. El Estado de Derecho y la Democracia SIEMPRE, no da una salida. Eso lo vimos con tu amigo Fujimori, Augusto. Eliminamos, jurídicamente, a sus vicepresidentes. Y alguno bueno habrá entre los actuales congresistas. ¿Inestabilidad? Ninguna. Seguimos aquí. Necesitamos corregir los “errores históricos”, como el que cometimos al elegirlo como presidente. Lo antes posible. Porque esta permanencia sí crearía, innecesariamente, inestabilidad y confrontación social interna. Evitémosla y seamos REALISTAS.

¿Como en Ay Aurora, “que sufra mucho pero que nunca muera”?. A otros con esos deseos sadomasoquistas.

PD. Los indígenas amazónicos son “pueblos originarios”. Nativo, como despectivamente nos llaman, somos todos los que nacimos en un determinado lugar. Como usted. Como Heduardo.

PD2. El Otorongo es un animal hermoso, bello, inteligente, majestuoso y respetado por toda la fauna y por nosotros, por supuesto. Y mata sólo para alimentarse. Es el monarca de la selva amazónica. Compararlo y hacerlo ver como un símil de los políticos y congresistas con sus humanas miserias, es penoso y degradante. Y ofensivo. Un enfoque centralista que ignora, como siempre, nuestra realidad. Su excelente suplemento se ve desdibujado al presentarlo como lo hace: echado como un comechado. No digan, por favor, que hay que tomarlo con amplitud de criterio y hay que tener correa. Un piojo o una pulga o cualquier otro parásito, representaría mejor a muchos impresentables de la política y del congreso. Ningún parásito medra succionando a otro.

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