sábado, 9 de agosto de 2008

CONFESIONES COYUNTURALES: RIVADENEYRA Y UNIPOL (III y final)

CONFESIONES COYUNTURALES: RIVADENEYRA Y UNIPOL (III y final)

Durante la gestión de UNIPOL, RRR me designó en distintas posiciones de responsabilidad, primando siempre sus criterios. Durante mi estancia en Lima en 2005, a cargo de la Sede del Gobierno Regional, tuve la oportunidad (y la responsabilidad) de representar al partido en los diálogos para conformar alianzas con partidos regionales y partidos nacionales, con miras a las elecciones generales del año 2006. Entre otros candidatos, conocí a Ollanta Humala, quien me causó una pésima impresión en las conversaciones sostenidas, pues su arrogancia, soberbia e ignorancia de la realidad amazónica, hizo que se me "cayera" totalmente; y mi decisión y opinión formulada al Comité Ejecutivo Regional, fue no apoyarlo. Sin embargo, RRR decidió que él era el hombre.

Corrían noviembre y mediados de diciembre de 2005, tiempo en que ya se había fortalecido en mi la decisión de renunciar a la gestión. A mi retorno a Iquitos para asumir otra responsabilidad, no quise dilatar más mi presencia en el Gobierno Regional de Loreto, pues nada de lo que ofrecimos en la campaña y plasmado en el Plan de Gobierno, se había ejecutado. Teníamos todo -recursos humanos y financieros, y apoyo popular - menos la voluntad y decisión política (a pocos días de iniciada la gestión, en forma privada y personal le recordé a RRR nuestro compromiso con el pueblo en la campaña, y que debíamos ceñirnos al Plan de Gobierno. Se comprometió que así sería). Ya no era una gestión de UNIPOL. Es así que a fines de enero 2006, personalmente le comunico mi renuncia al entonces Presidente Regional.

Nuestro siguiente encuentro fue en un Congreso Regional de UNIPOL, para decidir a quién se debía apoyar en la primera vuelta de las elecciones del 2006. En realidad, era un remedo de Congreso, pues los delegados (la mayoría sumisos a RRR por la dependencia laboral) estaban digitados, y con la decisión tomada con antelación. Por lo que mis argumentos para evitar apoyar a Humala -pese a las muestras de apoyo y aplausos de los asistentes-, fueron vanos. Este apoyo a Ollanta, tuvo como resultado a Víctor Isla Rojas como congresista.

El siguiente, y último, encuentro político fue en un Congreso eleccionario (Julio de 2006) para decidir por el candidato de UNIPOL para las elecciones regionales. Fui pre-candidato con el número 1 y a RRR le asignaron el número 2. Mis argumentos ante el Pleno fueron que el Plan de Gobierno estaba por ser aplicado; que RRR había cumplido su ciclo político y que necesitábamos un nuevo Liderazgo y no sempiternos caudillos partidarios; y reconocer nuestros errores en la gestión, para solicitarle al pueblo amazónico loretano una nueva oportunidad. Pese a que RRR tenía el control de los asambleístas, obtuve el 30% de los votos. Significativo cambio en el enfoque de los militantes, pues hasta ese momento todo lo propuesto y sostenido por él, era aprobado por unanimidad. Obviamente, no apoyé su campaña, pues su candidatura no resistía al menor análisis; ni la población le demostraba su apoyo.

La relación política termina con mi alejamiento en agosto de 2006, regularizándola con mi renuncia en julio de 2007, muy sentida por mi y muy a mi pesar, a seguir en la organización política. Uno de los peores errores que cometió, fue apoyar a Alan García y al PAP con el aparato político de UNIPOL durante la segunda vuelta.

Y ahora, teniendo ya RRR sus derechos civiles suspendidos (por otros temas ajenos a esta gestión), el Poder Judicial debería cambiar por Orden de Comparecencia restringida la actual orden de detención e internamiento. Y tendrá que asumir las responsabilidades que tenga que asumir, si asi es determinado en última instancia. Deseo lo mejor para ti, Robinson. Que el Señor te bendiga.

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