CONFESIONES COYUNTURALES: RIVADENEYRA Y UNIPOL (III y final)
Durante la gestión de UNIPOL, RRR me designó en distintas posiciones de responsabilidad, primando siempre sus criterios. Durante mi estancia en Lima en 2005, a cargo de la Sede del Gobierno Regional, tuve la oportunidad (y la responsabilidad) de representar al partido en los diálogos para conformar alianzas con partidos regionales y partidos nacionales, con miras a las elecciones generales del año 2006. Entre otros candidatos, conocí a Ollanta Humala, quien me causó una pésima impresión en las conversaciones sostenidas, pues su arrogancia, soberbia e ignorancia de la realidad amazónica, hizo que se me "cayera" totalmente; y mi decisión y opinión formulada al Comité Ejecutivo Regional, fue no apoyarlo. Sin embargo, RRR decidió que él era el hombre.
Corrían noviembre y mediados de diciembre de 2005, tiempo en que ya se había fortalecido en mi la decisión de renunciar a la gestión. A mi retorno a Iquitos para asumir otra responsabilidad, no quise dilatar más mi presencia en el Gobierno Regional de Loreto, pues nada de lo que ofrecimos en la campaña y plasmado en el Plan de Gobierno, se había ejecutado. Teníamos todo -recursos humanos y financieros, y apoyo popular - menos la voluntad y decisión política (a pocos días de iniciada la gestión, en forma privada y personal le recordé a RRR nuestro compromiso con el pueblo en la campaña, y que debíamos ceñirnos al Plan de Gobierno. Se comprometió que así sería). Ya no era una gestión de UNIPOL. Es así que a fines de enero 2006, personalmente le comunico mi renuncia al entonces Presidente Regional.
Nuestro siguiente encuentro fue en un Congreso Regional de UNIPOL, para decidir a quién se debía apoyar en la primera vuelta de las elecciones del 2006. En realidad, era un remedo de Congreso, pues los delegados (la mayoría sumisos a RRR por la dependencia laboral) estaban digitados, y con la decisión tomada con antelación. Por lo que mis argumentos para evitar apoyar a Humala -pese a las muestras de apoyo y aplausos de los asistentes-, fueron vanos. Este apoyo a Ollanta, tuvo como resultado a Víctor Isla Rojas como congresista.
El siguiente, y último, encuentro político fue en un Congreso eleccionario (Julio de 2006) para decidir por el candidato de UNIPOL para las elecciones regionales. Fui pre-candidato con el número 1 y a RRR le asignaron el número 2. Mis argumentos ante el Pleno fueron que el Plan de Gobierno estaba por ser aplicado; que RRR había cumplido su ciclo político y que necesitábamos un nuevo Liderazgo y no sempiternos caudillos partidarios; y reconocer nuestros errores en la gestión, para solicitarle al pueblo amazónico loretano una nueva oportunidad. Pese a que RRR tenía el control de los asambleístas, obtuve el 30% de los votos. Significativo cambio en el enfoque de los militantes, pues hasta ese momento todo lo propuesto y sostenido por él, era aprobado por unanimidad. Obviamente, no apoyé su campaña, pues su candidatura no resistía al menor análisis; ni la población le demostraba su apoyo.
La relación política termina con mi alejamiento en agosto de 2006, regularizándola con mi renuncia en julio de 2007, muy sentida por mi y muy a mi pesar, a seguir en la organización política. Uno de los peores errores que cometió, fue apoyar a Alan García y al PAP con el aparato político de UNIPOL durante la segunda vuelta.
Y ahora, teniendo ya RRR sus derechos civiles suspendidos (por otros temas ajenos a esta gestión), el Poder Judicial debería cambiar por Orden de Comparecencia restringida la actual orden de detención e internamiento. Y tendrá que asumir las responsabilidades que tenga que asumir, si asi es determinado en última instancia. Deseo lo mejor para ti, Robinson. Que el Señor te bendiga.
Durante la gestión de UNIPOL, RRR me designó en distintas posiciones de responsabilidad, primando siempre sus criterios. Durante mi estancia en Lima en 2005, a cargo de la Sede del Gobierno Regional, tuve la oportunidad (y la responsabilidad) de representar al partido en los diálogos para conformar alianzas con partidos regionales y partidos nacionales, con miras a las elecciones generales del año 2006. Entre otros candidatos, conocí a Ollanta Humala, quien me causó una pésima impresión en las conversaciones sostenidas, pues su arrogancia, soberbia e ignorancia de la realidad amazónica, hizo que se me "cayera" totalmente; y mi decisión y opinión formulada al Comité Ejecutivo Regional, fue no apoyarlo. Sin embargo, RRR decidió que él era el hombre.
Corrían noviembre y mediados de diciembre de 2005, tiempo en que ya se había fortalecido en mi la decisión de renunciar a la gestión. A mi retorno a Iquitos para asumir otra responsabilidad, no quise dilatar más mi presencia en el Gobierno Regional de Loreto, pues nada de lo que ofrecimos en la campaña y plasmado en el Plan de Gobierno, se había ejecutado. Teníamos todo -recursos humanos y financieros, y apoyo popular - menos la voluntad y decisión política (a pocos días de iniciada la gestión, en forma privada y personal le recordé a RRR nuestro compromiso con el pueblo en la campaña, y que debíamos ceñirnos al Plan de Gobierno. Se comprometió que así sería). Ya no era una gestión de UNIPOL. Es así que a fines de enero 2006, personalmente le comunico mi renuncia al entonces Presidente Regional.
Nuestro siguiente encuentro fue en un Congreso Regional de UNIPOL, para decidir a quién se debía apoyar en la primera vuelta de las elecciones del 2006. En realidad, era un remedo de Congreso, pues los delegados (la mayoría sumisos a RRR por la dependencia laboral) estaban digitados, y con la decisión tomada con antelación. Por lo que mis argumentos para evitar apoyar a Humala -pese a las muestras de apoyo y aplausos de los asistentes-, fueron vanos. Este apoyo a Ollanta, tuvo como resultado a Víctor Isla Rojas como congresista.
El siguiente, y último, encuentro político fue en un Congreso eleccionario (Julio de 2006) para decidir por el candidato de UNIPOL para las elecciones regionales. Fui pre-candidato con el número 1 y a RRR le asignaron el número 2. Mis argumentos ante el Pleno fueron que el Plan de Gobierno estaba por ser aplicado; que RRR había cumplido su ciclo político y que necesitábamos un nuevo Liderazgo y no sempiternos caudillos partidarios; y reconocer nuestros errores en la gestión, para solicitarle al pueblo amazónico loretano una nueva oportunidad. Pese a que RRR tenía el control de los asambleístas, obtuve el 30% de los votos. Significativo cambio en el enfoque de los militantes, pues hasta ese momento todo lo propuesto y sostenido por él, era aprobado por unanimidad. Obviamente, no apoyé su campaña, pues su candidatura no resistía al menor análisis; ni la población le demostraba su apoyo.
La relación política termina con mi alejamiento en agosto de 2006, regularizándola con mi renuncia en julio de 2007, muy sentida por mi y muy a mi pesar, a seguir en la organización política. Uno de los peores errores que cometió, fue apoyar a Alan García y al PAP con el aparato político de UNIPOL durante la segunda vuelta.
Y ahora, teniendo ya RRR sus derechos civiles suspendidos (por otros temas ajenos a esta gestión), el Poder Judicial debería cambiar por Orden de Comparecencia restringida la actual orden de detención e internamiento. Y tendrá que asumir las responsabilidades que tenga que asumir, si asi es determinado en última instancia. Deseo lo mejor para ti, Robinson. Que el Señor te bendiga.
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