DIALOGO NACIONAL Y REGIONAL
SUPERANDO ESCOLLOS PREELECTORALES (2da. Edición)
SUPERANDO ESCOLLOS PREELECTORALES (2da. Edición)
(Artículo publicado en versión física en la revista loretana
LA VERDAD Nº 13 del 15 de marzo de 2002)
LA VERDAD Nº 13 del 15 de marzo de 2002)
Iquitos, 11 de octubre de 2007
Requisito indispensable para ejercer o hacer POLITICA, es la de interiorizar y asumir una verdadera actitud de ESTADISTA. Esto quiere decir que, sin dejar de lado los problemas urgentes y los intereses particulares, debemos actuar y tomar decisiones en función de resolver los verdaderos problemas, para beneficiar a la generalidad de las personas de manera permanente y en un horizonte de larguísimo plazo.
Lo principal ahora, en este momento, es consolidar y asegurar el proceso de TRANSICIÓN que estamos viviendo. Este proceso consiste en: a) Desarmar la estructura delincuencial y corrupta que implementó la dictadura; b) Hacer que el ciudadano peruano recupere la confianza, el optimismo y la fe en la DEMOCRACIA, luego de haber padecido y experimentado las consistentes y asquerosas campañas psicosociales durante este lamentable y oprobioso accidente político y social que han significado los repudiables fujimori y montesinos. Este reparable daño moral y psicológico lo hemos sufrido quienes, obviamente, HEMOS VIVIDO EN EL PERÚ; y, c) Hacer posible un gobierno que satisfaga, en la medida de lo posible, las expectativas durante años calladas y acalladas.
Este proceso está encabezado por Alejandro Toledo por mandato de las urnas. Pero pudo haber estado encabezado por Alan García o por Lourdes Flores. Si así hubiera sido, y observara lo mismo que está ocurriendo ahora en nuestro país, estaría escribiendo lo mismo que están leyendo. Para decirlo claramente y en voz alta: NO IMPORTA QUIÉN ESTÉ AHORA EN EL GOBIERNO. LO FUNDAMENTAL ES RECONSTRUIR EL PAÍS Y DEVOLVERLE Y MEJORAR LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA. Esto tampoco significa darle un cheque en blanco al gobierno de Toledo, ya que debemos estar ojo avizor con aquellos que pretenden imitar y continuar con la práctica de la corrupción y el robo. La razón para opinar así es simple para mí, pero parece que bastante compleja para algunos. Simple por que un buen gobierno beneficiará a todos y podrá entregar la posta de manera pacífica y en democracia cuando su mandato culmine. Sin embargo, es bastante compleja para quienes, desde ya, piensan y actúan en función de las elecciones de este año y las del 2006.
Es irreprochable y legítimo este interés. Pero, me pregunto ¿Cómo hacer Política sobre una base endeble y fofa?. Percibo aquí un desmedido afán de hacer fracasar los diálogos y posibles acuerdos al que se puedan arribar tanto a nivel nacional como a nivel regional, y así transmitir esta sensación de ingobernabilidad a la población peruana para capitalizarlo políticamente. Sobre todo ahora que están tan cercanas las elecciones de autoridades regionales y municipales. Para quienes están actuando así, boicotear este proceso de diálogo y transición para capitalizarlo políticamente, es indispensable para que puedan copar los gobiernos regionales y municipales y, desde allí, con todos los medios del que se dispondría, hacer tambalear este gobierno y dejar expedito el camino para las elecciones generales del 2006.
Para mí, esta postura es simple y llanamente oportunista, irresponsable y egoísta. Creo que los demócratas debemos estar a la altura de las circunstancias históricas que nos toca vivir. Estamos a tiempo de reflexionar y de hacer posible a que arriben a buen puerto estos iniciales pasos para concertar. El fracaso lo paga el pueblo. El éxito lo disfruta el pueblo. Sin duda alguna.
Lo principal ahora, en este momento, es consolidar y asegurar el proceso de TRANSICIÓN que estamos viviendo. Este proceso consiste en: a) Desarmar la estructura delincuencial y corrupta que implementó la dictadura; b) Hacer que el ciudadano peruano recupere la confianza, el optimismo y la fe en la DEMOCRACIA, luego de haber padecido y experimentado las consistentes y asquerosas campañas psicosociales durante este lamentable y oprobioso accidente político y social que han significado los repudiables fujimori y montesinos. Este reparable daño moral y psicológico lo hemos sufrido quienes, obviamente, HEMOS VIVIDO EN EL PERÚ; y, c) Hacer posible un gobierno que satisfaga, en la medida de lo posible, las expectativas durante años calladas y acalladas.
Este proceso está encabezado por Alejandro Toledo por mandato de las urnas. Pero pudo haber estado encabezado por Alan García o por Lourdes Flores. Si así hubiera sido, y observara lo mismo que está ocurriendo ahora en nuestro país, estaría escribiendo lo mismo que están leyendo. Para decirlo claramente y en voz alta: NO IMPORTA QUIÉN ESTÉ AHORA EN EL GOBIERNO. LO FUNDAMENTAL ES RECONSTRUIR EL PAÍS Y DEVOLVERLE Y MEJORAR LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA. Esto tampoco significa darle un cheque en blanco al gobierno de Toledo, ya que debemos estar ojo avizor con aquellos que pretenden imitar y continuar con la práctica de la corrupción y el robo. La razón para opinar así es simple para mí, pero parece que bastante compleja para algunos. Simple por que un buen gobierno beneficiará a todos y podrá entregar la posta de manera pacífica y en democracia cuando su mandato culmine. Sin embargo, es bastante compleja para quienes, desde ya, piensan y actúan en función de las elecciones de este año y las del 2006.
Es irreprochable y legítimo este interés. Pero, me pregunto ¿Cómo hacer Política sobre una base endeble y fofa?. Percibo aquí un desmedido afán de hacer fracasar los diálogos y posibles acuerdos al que se puedan arribar tanto a nivel nacional como a nivel regional, y así transmitir esta sensación de ingobernabilidad a la población peruana para capitalizarlo políticamente. Sobre todo ahora que están tan cercanas las elecciones de autoridades regionales y municipales. Para quienes están actuando así, boicotear este proceso de diálogo y transición para capitalizarlo políticamente, es indispensable para que puedan copar los gobiernos regionales y municipales y, desde allí, con todos los medios del que se dispondría, hacer tambalear este gobierno y dejar expedito el camino para las elecciones generales del 2006.
Para mí, esta postura es simple y llanamente oportunista, irresponsable y egoísta. Creo que los demócratas debemos estar a la altura de las circunstancias históricas que nos toca vivir. Estamos a tiempo de reflexionar y de hacer posible a que arriben a buen puerto estos iniciales pasos para concertar. El fracaso lo paga el pueblo. El éxito lo disfruta el pueblo. Sin duda alguna.
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