sábado, 6 de octubre de 2007

POR FIN: EL MERCADO DE CAPITALES

A propósito de los Bonos Soberanos
POR FIN: EL MERCADO DE CAPITALES

(Artículo publicado en versión física en la revista loretana
LA VERDAD Nº 11 del 15 de febrero de 2002)
Iquitos, 6 de octubre de 2007

Usualmente, cuando se trata de temas de economía o finanzas, la gente sencilla, simple y común pasa la página u oye sin escuchar. Sucede que cuando un profesional o especialista aborda estos temas, hace gala de términos y conceptos que terminan por confundir a la gente en lugar de aclarar sus dudas. En mi opinión, me parecen que creen que al no dejarse entender adquieren un aire de misterio indescifrable y esperan que se los asocie a una elite o grupo reducido al que sólo acceden aquellos preparados e iluminados. O simplemente es un pretexto recurrente o un ligero velo para ocultar, en muchos casos, la ignorancia y el desconocimiento sobre temas específicos o puntuales. Espero no pasar a engrosar estas filas.

Bueno, dado el breve recorrido que haremos sobre una zona del paisaje económico, el título debió ser EL MERCADO FINANCIERO. ¿Por qué?, Porque el mercado de capitales es una parte del mercado financiero. En principio, cuando escuchamos la palabra MERCADO inmediatamente lo asociamos de manera correcta con un lugar físico, un espacio en el que se encuentran personas que acuden a comprar un producto que no tienen con aquellas personas que tienen el producto para vendérselo. Este intercambio puede ser de bienes (arroz, carnes, ropa, etc.) o de servicios (asesoría, consultoría, atención médica, etc.). Con el avance de la tecnología de la información, se han creado mercados virtuales. Esto quiere decir que la presencia física de la persona es innecesaria, pues puede realizarse una operación de compra-venta vía Internet (a través de la transmisión de datos entre computadoras llamada cibespacio) o vía satélite. Cuando hablamos de FINANZAS o utilizamos el término FINANCIERO, nos referimos a las fuentes y las formas en que nos podemos proveer de dinero para satisfacer nuestras necesidades, invertir en una empresa o equilibrar presupuestos nacionales.

Entonces, el MERCADO FINANCIERO es el lugar, real (físico) o virtual, en el que se transa o intermedia el dinero de manera más eficiente y ordenada. En este mercado se encuentran personas (naturales y jurídicas) que tienen excedentes de dinero (agentes superavitarios) con aquellas personas que no tienen o necesitan dinero (agentes deficitarios). Nuestro Sistema Financiero Nacional permite intermediar el dinero en forma Directa e Indirecta. Ahora, el MERCADO FINANCIERO se divide en MERCADO DE CAPITALES, que es cuando se realizan operaciones o transacciones de largo plazo o mayores a un año (emisión de bonos u otorgamiento de créditos); y en MERCADO DE DINERO, cuando se realizan operaciones o transacciones de corto plazo o menores a un año (Letras de Cambio, Pagarés, Certificado de Depósitos,etc.).

Para que un mercado financiero funcione adecuadamente, es importante que fluya la información cierta y oportuna hacia los usuarios y potenciales usuarios. Por ser un mercado altamente sensible, también es fundamental la discreción y la confidencialidad cuando se realiza una operación, sobretodo si ésta involucra mucho dinero. Una indiscreción puede perjudicar a muchos y hacer ricos a pocos. Esto sucede cuando se hace uso de información privilegiada, que es conocer algo más de información antes que los demás.

Nuestro Sistema Financiero Nacional abarca a todas las instituciones financieras existentes en el país, tal como lo podemos observar en el gráfico que nos acompaña.












INTERMEDIACIÓN INDIRECTA. (Supervisada por la SBSA y el BCRP) Es la más conocida y utilizada por todos. Si es un trabajador del Estado, cobra en el Banco de la Nación; si desea un préstamo o desea ahorrar, lo hace en un banco comercial o en una caja municipal. Y una Administradora de Fondos de Pensiones se encarga de “ahorrarle” su dinero que le servirá de pensión.

INTERMEDIACIÓN DIRECTA. (Supervisada por CONASEV) Es la más desconocida y menos utilizada de manera masiva. Aquí se encuentra el MERCADO DE VALORES y el objeto de transacción o negociación son los Valores Mobiliarios (por ejemplo: acciones o bonos). En este mercado rigen los mismos principios que en los mercados de bienes y servicios (a mayor cantidad, menor precio, por ejemplo). Un Valor Mobiliario es un documento emitido por un gobierno, una empresa pública o privada para captar dinero y financiar sus actividades. Las personas que adquieren estos valores tienen ciertos derechos sobre el patrimonio de la empresa que las emite (si son acciones) o el cobro de determinado interés (si son bonos). Brevemente diremos que una Acción es una parte del capital social de una empresa constituida como Sociedad Anónima (S.A., S.A.A., S.A.C.), y un Bono es una obligación o deuda por parte de quien la emite para con quien la adquiere, y pueden ser de diversos tipos.

El MERCADO DE VALORES consta a su vez del MERCADO PRIMARIO y del MERCADO SECUNDARIO. En el MERCADO PRIMARIO se emiten por primera vez los valores mobiliarios y se recibe dinero fresco de parte de los inversionistas (personas naturales y jurídicas). Se "levantan capitales", como suelen decir algunas personas. Como ejemplos podemos mencionar los siguientes: una empresa emite acciones porque quiere ampliar sus operaciones; otra empresa emite bonos corporativos o estructurados; un banco emite bonos subordinados o de arrendamiento financiero. Los bancos o instituciones financieras acuden al mercado de valores para que le presten (bonos de por medio) dinero a plazos mayores a los tres años y pagando tasas de interés de, por ejemplo, 10% al año. A su vez, los bancos prestan este dinero a sus clientes a plazos de uno o dos años, a tasas de interés del 20% por ejemplo. Este diferencial le permite devolver el capital obtenido mediante los bonos y quedarse con una ganancia, una utilidad. Del mismo modo el Estado (a través de los gobiernos Nacional, Regional o Local) puede emitir Bonos Públicos. En cuanto al MERCADO SECUNDARIO, éste permite realizar las transferencias u operaciones de compra y venta de los valores ya colocados en el mercado primario. Es decir, no hay nuevas emisiones. Cabe señalar que las AFP’s tienen invertidos en el mercado de valores casi el 70% del dinero que administran.

BONOS SOBERANOS Y POLÍTICA. Son llamados Bonos Soberanos aquellos valores mobiliarios emitidos por un país, en el mercado financiero internacional. Para una exitosa colocación o levantamiento de capitales, es necesario contar con la asesoría especializada brindada por los ESPECIALISTAS y BANCOS DE INVERSIÓN. A diferencia de los bancos comerciales, estos bancos se especializan en administrar fondos, analizar mercados, analizar países, colocar bonos, reestructurar deudas, entre otras cosas. Cuando analizan un país, determinan el riesgo de invertir en ella. Esto se conoce como RIESGO PAÍS. ¿En que consiste este análisis?. Fundamentalmente en determinar si existe estabilidad política, social y jurídica, seriedad en la política fiscal y monetaria, así como respeto al Estado de Derecho. Si estas variables se mantienen estables en el tiempo, el Riesgo País disminuye y también bajan las tasas de intereses (las empresas acceden a más créditos) y el país atrae nuevas inversiones y capitales. Con estos fondos administrados eficientemente, se genera empleo y bienestar en la población. En cambio, si el país es un caos social, no hay acuerdo entre los políticos, no se respeta el Estado de Derecho o intencionalmente se transmite una imagen de inestabilidad interna, el índice del Riesgo País se eleva y se produce un efecto nefasto para todos.

La reciente colocación de Bonos Soberanos ha sido una interesante pieza de ingeniería financiera, que ha permitido reducir parte de la deuda externa al comprarse Bonos Brady a precios que pudieron ser mejor negociados. Llama la atención que se haya pretendido perturbarla y boicotearla. Es inevitable pensar así debido a que un día antes de la colocación y en plenas negociaciones, el Partido Aprista Peruano emitió un comunicado lleno de subjetividades, sospechas y acusaciones. ¿Cuál era su verdadera intención? ¿acaso asustar a un mercado de por sí sensible?. Sus “especialistas” le hablan al 80% de la población que conoce poco o nada sobre el tema y la confunden con una clara intencionalidad y direccionalidad política. Han deseado que se perciba como algo negativo lo que en realidad es ciertamente positivo, pero que debió ser, al mismo tiempo, manejado con mayor transparencia. Hay que diferenciar para no asustar. El mercado de capitales es una nueva fuente de financiamiento tanto para organismos públicos como privados. ¿O acaso se quiere frustrar una revolución financiera que permita mejorar la gestión de gobierno (nacional, regional o local)?.

Así como se diversifica la inversión para reducir o minimizar los riesgos, también es bueno diversificar las fuentes de financiamiento. Los países con sólidas economías, basan su crecimiento en el desarrollo y especialización del mercado de capitales. Es cierto que es necesario ser prudentes en este tipo de operaciones, sin embargo, esto tampoco significa que nos quedemos cruzados de brazos. Sostienen, también, que el FMI se opuso a esta operación (¿Carta de Intención les es inaceptable y esta opinión sí? Vaya). En efecto, el FMI se opuso tibiamente para curarse en salud, para decir que cumplió con advertir al Perú. Para expiar sus culpas porque no lo hizo con Argentina, no le advirtió del peligro de un sobreendeudamiento.
Nuestro caso es totalmente distinto.

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